viernes, 23 de abril de 2010


La naturaleza nos depara en Patagonia sorpresas increibles. Luego de observar el inmenso cráter del volcan Puyehue, al oeste de su ubicación, nos encontramos con un verdadero desierto de dunas y fumarolas que impregnan el aire de aromas eternos.
En algunos lugares la tierra se tiñe de colores minerales ocres, verdes y grises producto de la actividad volcánica.
Sin embargo, en medio de ese caluroso dia se oye el rumor del agua ¿es posible?. Rios, apenas arroyos a esa altitud que dejan una cicatriz verde a lo largo de dunas y estío.

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